No es ningún secreto que el Árbitro Asistente de Vídeo (VAR) ha sido uno de los temas más comentados en relación con la Copa Mundial de la FIFA 2018 en Rusia. Para muchos, el uso de la tecnología en un evento de tan alto nivel ha causado un gran revuelo, y algunos incluso han pedido su abolición. Sin embargo, también hay quienes creen que el VAR ha sido una valiosa adición al juego, proporcionando una claridad muy necesaria en momentos en los que el error humano podría haber entrado fácilmente en juego. Sea cual sea el lado en el que te encuentres, no se puede negar que el VAR ha dejado su huella en la Copa del Mundo de este año. Lo que queda por ver es si será un legado positivo o negativo. Sólo el tiempo lo dirá.
Este Mundial destacó por la paridad entre los equipos participantes y la sorprendente caída de los eternos favoritos. Alemania tuvo el peor Mundial de su historia, siendo eliminada en la primera ronda por primera vez en su historia. Argentina pasó a la siguiente ronda con el pie izquierdo y fue eliminada en octavos de final, al igual que España, uno de los principales aspirantes. Brasil volvió a fracasar y no pasó de los cuartos de final con un Neymar que será recordado más por sus exageraciones que por su fútbol. Estos resultados indican que hay una nueva generación de equipos que se están destacando, lo que hará que los futuros Mundiales sean aún más emocionantes de ver.
La Copa del Mundo de 2018 será recordada como la primera que se celebra en dos continentes distintos. Esto se debe a que una de las ciudades anfitrionas, Ekaterimburgo, está situada en la parte asiática de Rusia. La ciudad fue elegida como sede por su rica historia y cultura. El estadio de Ekaterimburgo fue el escenario de la victoria por 1-0 de Uruguay sobre Egipto, que fue el primer partido que se disputó en él. El edificio también albergó cuatro partidos de la Copa Mundial en la primera ronda, incluidos los partidos de Francia y México. Fue realmente un acontecimiento histórico que se recordará durante años.
El Mundial de Rusia ha sido uno de los torneos más espectaculares y dramáticos de todos los tiempos. 32 de los 163 goles marcados hasta el momento (el 20%) se anotaron después del minuto 80 de juego. Sólo ha habido un empate sin goles (Francia 0-0 Dinamarca) en 63 partidos, y 40 partidos llegaron al descanso con al menos un gol marcado. Los goles en los últimos minutos han sido un aspecto destacado del torneo, con varias remontadas en el último minuto y victorias inesperadas. Los goles de última hora han mantenido a los aficionados al borde de sus asientos durante todo el torneo y han dado lugar a momentos verdaderamente inolvidables. Con la fase de eliminatorias a punto de comenzar, seguro que será más emocionante que nunca.
A sus 45 años, 5 meses y 10 días, el portero egipcio Essam Elhadary se convirtió en el hombre de más edad que ha jugado en un Mundial cuando saltó al campo contra Arabia Saudí. Superó al colombiano Faryd Mondragón (43), que ostentaba el récord anterior. Elhadary es también el primer portero que participa en un partido de la Copa Mundial a una edad tan avanzada. Es probable que este récord se mantenga durante muchos años, ya que los deportistas profesionales suelen retirarse a principios o mediados de los 40 años. El mexicano Rafael Márquez también posee dos récords. El defensa mexicano es el primer jugador que capitanea su selección en cinco Mundiales diferentes y establece un nuevo récord con 17 partidos jugados con el Tri llevando el brazalete. Con su impresionante longevidad, Márquez se ha consolidado como uno de los mejores jugadores de la historia de México.
Aleksandr Erokhin pasará a la historia como el jugador que "estrenó" la cuarta sustitución en la historia de los mundiales. El centrocampista ruso entró en el minuto 97 del partido de octavos de final de su equipo contra España, en sustitución de Daler Kuziaev. Era la primera vez que un equipo hacía uso de la sustitución en la prórroga, aprobada por la Junta Internacional y la FIFA para Rusia 2018. Aunque el impacto de Erokhin en el partido fue mínimo, su lugar en la historia del Mundial está asegurado. Queda por ver si otros equipos harán uso de esta nueva regla en futuros partidos.
A medida que la Copa del Mundo llega a su fin, los aficionados han disfrutado de algunos momentos inolvidables. Desde el impresionante tiro libre de David Beckham contra Argentina hasta el cabezazo de Zinedine Zidane en la final, esta competición lo ha tenido todo. Además, el Mundial de este año también será recordado por dos récords inusuales. Se han marcado 28 penaltis en el tiempo reglamentario, el mayor número de la historia de la competición. Veintiuno de ellos se convirtieron con éxito, lo que significa que casi uno de cada cuatro goles marcados se produjo desde el punto de penalti. Esta tendencia contrasta con la de anteriores Mundiales, en los que los penaltis sólo se lanzaban en partidos ajustados o en las tandas de penaltis. La otra hazaña que rompe el récord es la de los goles en propia puerta. Con once goles marcados en su propia red, esta Copa del Mundo ha visto más goles en propia puerta que en cualquier otra edición del torneo. Mientras que algunos expertos lo achacan a la introducción de nuevas reglas, otros creen que es simplemente una coincidencia. Sea cual sea la razón, estos dos récords seguro que añaden aún más emoción a una competición ya de por sí emocionante.
En un Mundial que se ha definido por las jugadas a balón parado, no es de extrañar que los equipos que han destacado en este ámbito también hayan encontrado el éxito en el terreno de juego. Aunque algunos pueden argumentar que el aumento del número de goles a balón parado es simplemente el resultado de un mejor entrenamiento y de tácticas más sofisticadas, no hay duda de que estas jugadas han llegado a dominar el torneo. A medida que el torneo entra en su fase final, será interesante ver si los equipos siguen teniendo éxito con las jugadas a balón parado, o si se verán obligados a recurrir a métodos más tradicionales para marcar. En cualquier caso, una cosa es cierta: la Copa del Mundo de las jugadas a balón parado ha sido un espectáculo digno de ver.
La historia de Croacia y sus tres victorias en la prórroga de la Copa del Mundo es una historia de espíritu de lucha y determinación. Croacia llegó a la fase de grupos con nueve puntos, siendo uno de los tres únicos equipos con un récord perfecto. Pero luego tuvo que luchar para llegar a la final. Derrotaron a Dinamarca y a Rusia en la tanda de penaltis y remontaron para vencer a Inglaterra por 2-1 en las semifinales. Su inquebrantable espíritu de lucha se mostró durante todo el torneo, y finalmente dio sus frutos con un puesto en la final. Puede que Croacia no haya ganado el Mundial, pero su historia será recordada durante años.
El Mundial de Rusia ha marcado un hito en la historia del torneo porque, además del enorme y sorprendente logro de Croacia al llegar a la final, equipos fuertes como Bélgica, Inglaterra, Suecia y Uruguay -que no son los que siempre ganan- demostraron que es posible llegar muy lejos. El éxito es una combinación de muchas cosas, pero el trabajo duro, un estilo definido, la tenacidad y una base de jugadores importantes fueron claves para que estas naciones consiguieran deslumbrar en este 2018. Por ejemplo, Bélgica tenía un sistema de juego muy completo y eficaz; de hecho, fue el segundo equipo que más goles marcó y menos recibió. Su gran expediente se debió, entre otras cosas, al buen nivel de su once inicial y también de sus suplentes, que consiguieron entrar con el mismo entusiasmo y ganas de ganar. Esto demuestra que tal vez uno de los secretos para ganar reside en tener un banquillo profundo. Otro aspecto que comparten estos equipos es que todos tienen jugadores estrella que marcan la diferencia cuando más se necesita. Messi no tuvo su mejor Mundial, pero apareció en momentos decisivos para Argentina; Harry Kane fue una de las grandes figuras de Inglaterra con seis goles; Lukaku fue fundamental para Bélgica con cuatro goles; mientras que Luis Suárez marcó dos hermosos goles contra Portugal. En resumen: la gloria puede ser para todos si se sabe trabajar en equipo y se cuenta con jugadores de calidad. Esperemos que esta tendencia continúe en futuras ediciones para que el Mundial siga siendo un evento lleno de sorpresas.