Microsoft tomó la decisión de cancelar el MMO de ZeniMax tras despidos masivos en la compañía.
A mediados de julio, Microsoft anunció una reducción de personal que afectó a unos 9,000 empleados en todo el mundo. Esta medida, que impactó a uno de cada 25 trabajadores dentro del área de desarrollo, golpeó con fuerza a ZeniMax, el estudio detrás de grandes franquicias como The Elder Scrolls Online.
En este contexto, el MMORPG conocido como Project Blackbird fue una de las víctimas silenciosas de la reestructuración. Aunque nunca llegó a anunciarse públicamente ni a mostrarse oficialmente, su existencia se confirmó a través de comentarios de desarrolladores involucrados en el proyecto.
El título cancelado combinaba tecnología, arte y narrativa de primer nivel, según sus desarrolladores.
Eric Whelpley, ingeniero principal de servicios en ZeniMax, compartió en LinkedIn su experiencia personal con el proyecto. Según él, Project Blackbird era “espectacular en todos los aspectos: tecnología, arte, sonido, movimiento e historia”. Incluso confesó que lo jugaba diariamente antes de que Microsoft decidiera detener el desarrollo.
Estas declaraciones dan pistas de que no se trataba de un experimento menor, sino de un MMO ambicioso que buscaba ofrecer algo diferente dentro del género. El entusiasmo de Whelpley también refleja la dedicación de un equipo que había invertido años de trabajo y creatividad en darle forma al proyecto.
La cancelación fue especialmente dolorosa tras el fracaso de otro proyecto reciente: Redfall.
La frustración de los desarrolladores no solo vino de perder Project Blackbird, sino también de los antecedentes inmediatos. Apenas un año antes, Xbox decidió poner fin al soporte de Redfall, un shooter de vampiros desarrollado por Arkane Austin, estudio también bajo el paraguas de ZeniMax.
Whelpley, quien participó activamente tanto en Redfall como en el MMO cancelado, lamentó que los esfuerzos y pasiones del equipo no lograran materializarse en proyectos duraderos. Aunque Redfall tuvo un lanzamiento accidentado y una recepción negativa, ZeniMax ha demostrado con The Elder Scrolls Online que sabe cómo construir mundos multijugador exitosos y de larga duración.
Se especula que Project Blackbird fue cancelado para dar prioridad al esperado Fallout 5.
Jez Corden, periodista especializado en videojuegos, reportó que durante reuniones internas de Microsoft se habría hablado de redirigir recursos de proyectos en curso hacia desarrollos estratégicos. Aunque no se mencionó directamente Fallout 5, la cercanía temporal entre el anuncio y la cancelación de Project Blackbird alimentó la teoría.
La saga Fallout, adquirida por Bethesda en 2007, no ha recibido una entrega principal en casi una década. Con el enorme interés de la comunidad por una nueva entrega, no resulta extraño pensar que Microsoft haya decidido enfocar esfuerzos en dar vida al esperado Fallout 5, sacrificando proyectos menos prioritarios en su calendario.
Los jugadores perdieron la oportunidad de descubrir un MMO que podría haber marcado diferencia en la industria.
Aunque Project Blackbird nunca llegó a anunciarse oficialmente, la noticia de su cancelación generó eco en la comunidad gamer. Muchos fans se preguntan qué características innovadoras habría tenido el juego, considerando que sus propios desarrolladores lo calificaban como “delicioso de jugar”.
En última instancia, la cancelación deja una lección sobre los riesgos y la fragilidad de la industria del videojuego, donde incluso proyectos avanzados y con potencial pueden desaparecer por decisiones estratégicas. Para los seguidores de ZeniMax, queda la esperanza de que parte de las ideas y tecnologías de este MMO algún día se reciclen en futuros títulos.