Sin pasillos, sin cafeteras, sin conversaciones espontáneas
Cuando trabajas en una oficina, puedes toparte con alguien en el pasillo, saludar mientras tomas café o iniciar una charla rápida en el escritorio de al lado. En el mundo remoto, nada de eso existe. Cada interacción debe ser intencional. Al no haber “encuentros casuales”, muchas personas simplemente no interactúan con otros fuera de su equipo directo.
Esto puede hacer que los empleados se sientan aislados y que la organización se fragmente en silos, donde cada departamento se cierra en sí mismo. Sin interacciones espontáneas, las ideas dejan de fluir y las oportunidades de colaboración se reducen. Por eso, es necesario crear espacios para que lo inesperado suceda. No puedes construir una empresa solo con suerte... pero tampoco deberías eliminarla por completo.
Una simple app puede crear encuentros inesperados y valiosos
En Zapier, una empresa 100% remota, encontraron una solución: usar una app de Slack llamada Donut. Esta herramienta empareja aleatoriamente a dos personas de la empresa para que tengan una videollamada informal. No hay reglas: pueden hablar sobre sus pasatiempos, su ciudad, sus mascotas o incluso sobre proyectos laborales si así lo desean.
Estos encuentros no reemplazan totalmente a la oficina, pero sí ayudan a reintroducir un poco de esa aleatoriedad que antes era natural. Además, facilitan el contacto entre personas que, de otro modo, nunca habrían conversado.
¿El resultado? Mejor comunicación, más creatividad, y un ambiente laboral más humano.
Conversar al azar puede desbloquear ese problema que no sabías cómo resolver
Durante una de estas llamadas aleatorias, un ingeniero de Zapier mencionó un problema técnico que tenía con la API de Google Drive. Casualmente, estaba hablando con un alto directivo que tenía contacto directo con el equipo de Google. Gracias a esa conversación inesperada, se organizó una reunión con los desarrolladores de Google y el problema se resolvió rápidamente.
Esto demuestra que las conexiones informales pueden tener impactos muy concretos en el trabajo. A veces, no sabes quién tiene la respuesta que necesitas. Y es justo en esas charlas informales donde surgen ideas, contactos y soluciones que no encontrarías en tu rutina habitual.
Hablar con un CEO o un gerente nunca fue tan natural
En muchas empresas, el liderazgo se siente lejano. Pero en entornos remotos, esa distancia puede romperse más fácilmente. Por ejemplo, el CEO de Zapier participa regularmente en estas llamadas aleatorias. Esto permite que incluso empleados nuevos tengan una conversación directa con él, lo que no solo fortalece la cultura de la empresa, sino que elimina barreras jerárquicas.
Un ingeniero relató cómo en su primera llamada le tocó conversar con el CEO. Al principio estaba nervioso, pero terminaron hablando sobre libros de ciencia ficción y autores como Neil Gaiman. No solo fue una conversación agradable, sino que también humanizó al líder de la empresa.
Estas interacciones fortalecen los lazos, generan confianza y ayudan a crear una cultura más abierta e inclusiva.
La interacción humana es vital, incluso si solo trabajas con texto
El trabajo remoto puede hacernos olvidar que detrás de cada mensaje hay una persona real. Al hablar cara a cara, aunque sea virtualmente, recordamos lo humanos que somos. Muchos empleados han señalado que estas llamadas les ayudan a reconectar con esa idea: que sus compañeros son inteligentes, simpáticos y tienen intereses comunes.
Además, estas conversaciones ayudan a crear un sentido de pertenencia. Cuando conoces a personas fuera de tu equipo habitual, te sientes más incluido en la cultura general de la empresa. Y cuando te sientes incluido, trabajas mejor y más feliz.\
Las llamadas aleatorias entre compañeros no son solo un detalle simpático. Son una herramienta poderosa para mejorar la colaboración, reducir el aislamiento y fomentar una cultura de confianza. En 10datos.com creemos que implementar este tipo de prácticas puede marcar una gran diferencia para quienes trabajan desde casa. Porque no todo debe ser eficiencia: un poco de humanidad también mejora la productividad.